martes, 31 de julio de 2007


UN FURGÓN DE MENTIRAS.

Uno escoje su mentira, la pone guapa, la viste, le da una ducha y la saca de compras, y cuando piensa que ya es suficiente y no queda un gramo de grasa que pulir, se arma de valor y sale con ella a la calle a ver si hay forma de pasar desapercibido. El Dioni ha tenido tiempo para pensárselo, desde antes de subirse al furgón y anticiparse un segundo a las preguntas posteriores a su detención, si a lo mejor lo hubiera hecho, que lo dudo, su avión de regreso y su puesta en libertad, y ya podía haberle dado otro aire a su historia, lejos de la premeditación, haberse dado una vuelta con ella por el gimnasio. Las mentiras conviven con las excusas y éstas últimas con las explicaciones infantiles, gilipollas o absurdas. Pero ni las mentiras dejan de serlo por parecerse a las primeras, ni uno se acostumbra a vivir con gente obcecada en pensar que su enfermedad es contagiosa y todos somos tan tontos como ellos, que no diferenciamos las unas de las otras.

Ahora ha querido sacarle el lado social al asunto y apela al sentido común y a la internacional obrera, a ver quién no ha pensado alguna vez en marcarse algo parecido. Total, estaba cansado del trabajo, se habían portado mal conmigo. Y de perdidos al monte. O a la playa, a tomarse copas, a ligar con la cartera entre los dientes. Y ya pensaré mañana lo que voy a contar cuando me pregunten, que dudo nunca que me cojan.

sábado, 28 de julio de 2007


EL DEL CABLE.

Lo que he escrito hace una semana podría multiplicarlo por dos, dividirlo por la misma cantidad, diluirlo con una cucharada de agua y dejarlo hirviendo dos horas y el resultado seguiría siendo el mismo. Acabo de volver a ver UN LOCO A DOMICILIO diez años más tarde. Ben Stiller no es, evidentemente, John Ford o Stanley Kubrick, ni creo que sus proyectos tengan ganas de fajarse con ellos ni con nadie que pretenda aportar un poco de sentido común cuando éste ya rebosa en el cazo y estamos todos sobrados, que hay aquí para dar y regalar. Primero, Jim Carrey. Llevo demasiado tiempo buscando excusas para justificarme y perdiendo las razones que me impiden decir en público lo que otros temen descubrirse a solas en la intimidad más vergonzosa, eso mismo, que a lo mejor no es tan petardo como parece y que habrá que rascar un poco más en sus papeles para concluir que si no es mal actor su enfermedad simplemente brota de una anomalía menor, olfato para evitar los problemas. Recuerdo unas cuantas excepciones: Yo, Yo mismo e Irene, Olvídate de mí, El Show de Truman. O ésta. De acuerdo, todas tienen su receta y su explicación al dorso. Una, la genera la casualidad. Dos, la equivocación. A partir de entonces, habrá que ir pensando en compartir el tratamiento.

jueves, 26 de julio de 2007

DROJAS EN EL COLACAO
Déjate de historias. La sensación es que esto se acaba y no se puede ir a peor, pero uno se consuela engrandeciendo las desgracias pasadas y el camino por el que todas se circundaron, el Tour del 98, el positivo en el Giro de Pantani, la resurección de Virenque o la operación Puerto. El último capítulo participa de los mismos ingredientes y reclama la misma autocrítica que demoraron aquellos ejercicios por mantenerse en pié que entonces hicieron como pudieron hueco al deporte y tiraron hacia adelante sin importar que en la huida se mantuvieran los mismos que ahora manejan el cotarro mediático y los contraanalisis y el recuerdo trágico de el Pirata o del ganador incierto del año pasado, a desvelar cuando todo el pelotón, a este paso, halla muerto.
No me creo la historia que me cuentan, me tiene mosca tanta hipocresia justiciera, no me creo nada. Que el ciclismo sea un deporte sucio, que para subir a tope el Aubisque o el Peyresourde no basten simplemente un buen par de piernas. Porque si no fuera así y en mi ignorancia se hubieran caido algunos frasquitos de testosterona, de EPO o de cómo se llame la nueva droga de moda entre el pelotón, que no me intenten colar lo evidente y me digan que no hay motivos para sospechar de otros deportes, de otras pastillitas y de otra gente que se deja los cuernos por el mismo objetivo, competir.

domingo, 22 de julio de 2007


EN HONOR A LA VERDAD.

No me quedan claras muchas cosas, tendré que echarle un vistazo al auto para enterarme, que es tanto como anticipar que me la suda hasta el punto de que nada de lo que pueda leer en él va a hacer cambiar mi impresión ni a abandonar mi agnosticismo sobre el tema, no me creo nada, los motivos o las verdaderas causas, si hay que aplaudir a Conde Pumpido o buscar consuelo en la viñeta y volver a echarle un nuevo vistazo, éste último dedicado a la memoria de todos los que han conseguido cabrearme así. Porque el cumplimiento de la ley es una cosa y la interpretación interesada otra distinta. Muy bueno ese lema, queremos una única ley para todos, que posiblemente al imbecil que recogió el murmullo en las últimas filas y luego se atrevió a corear al dictado no le inspiraba nada parecido. En una ley sin estanterías que no busque la diferenciación y recurra a argumentos históricos para ser interpretada. No se tome la molestia en decidir quién tiene honor, poca verguenza o le cuelgue el cartel de chorizo sin pararse a pensar que la decisión personal le corresponde a quien quiera serlo, la elección más íntima, a quien renuncie a pasearse por la vida con la poca dignidad que le salga de los guebos.

jueves, 19 de julio de 2007

LA VIDA DE NADIE.
Se empeñan en hacer noticia de la insignificancia y no se resisten a que Beckam nos haya dejado, así es que siempre hay un espacio para sus aventuras, su modo de vida encaja a la perfección lo pongas donde lo decidas poner, en la sección que prefiera el lector, que empiece el periódico por el final y se encuentre de morros con los chismes de convivencias, lo abra por los deportes o haya visto en el matrimonio y en Chenoa los espejos en los que verse algún día reflejado, coja por casualidad el periódco y pase en una décima de segundo de la hoja de espectáculos a la de sucesos y de ésta a la de sociedad.

Al final era todo mentira. Lo de que el tío fuera futbolista o al menos a alguien le interesara cómo ponía las faltas al primer palo y cosas así, que era el alegato recurrente cuando lo que tocaba era justificar el fichaje, condenar su suplencia y currarse argumentos para negar lo evidente, su casta de estrella, la de una pegatina de moda especializada en vender camisetas. Que no es tan malo, repetían una y otra vez. Ahora que su derecha no interesa a nadie y despojado de las falsas apariencias de deportista con las que se disfrazaba, nos llega su nueva vida en Los Angeles en fascículos, como aquellos coleccionables que compraba de pequeño, Rocco en la escuela, Rocco en el parque. La semana que viene, David y Victoria vete tú a saber.

martes, 17 de julio de 2007


HOY VAMOS A HABLAR DEL BUEN GUSTO.

Cuesta trabajo pensar que haya gente con peor gusto que Chenoa por el mundo, que aparezca con tanta frecuencia por la tele y sea alguna vez incapaz de equivocarse y aprender de lo andado, ponerse por error algo para la ocasión, dejar por una vez tirado al último macarra y dar un paso a tiempo hacia la gloria de la mediocridad, donde pueda pasar desapercibida, entre la discrección y el raro sentimiento de la normalidad. A Chenoa la siguen asesorando los mismos que le soplaron que se arrimara a Bisbal, no hay duda, que luego apareciera con aquellas trazas frente a los focos y desperdició la calderilla que le dio su paso por aquella academia entre la prensa rosa y las clinicas de liposucción, y así le va, ya no hay pista para remontar, hay que ver qué tía más chunga, siempre en el espacio equivocado, debajo de un sujetador rosa o de una gorra de marinero marica, o al lado del jeta que ve en ella un ejemplo para los chavales que aspiran a comportarse tan de puta madre y a vestir tan guay. No hay un vestuario ni unos modales peores que los suyos. No encuentro méritos más currados para darle el título. De aquí a final de año, chunga del mes.

lunes, 16 de julio de 2007

HA NACIDO UN COMICO.
No creo que sea posible hablar del encasillamiento en el cine sin antes filtrar la chusma que acompaña la palabrita y recordar a quien mejor lo puede ilustrar, no vaya a ser que el error de pensar en el contenido y de separarle artificialmente del continente nos impida valorar en su justa medida el valor de los que le dieron forma contra viento, crítica, moda y mareas, a despreciar el talento de Sean Connery, la presencia de John Wayne, la seducción de Ava Gardner y así hasta un infinito donde incluso Esteso, Pajares y Landa han logrado trascender con su encasillamiento a los guiones con los que tuvieron pesadisimamente que cargar.
Quiero justificar el sueldo de Ben Stiller y recurro al pellejo del productor que piensa como yo cuando le veo en la pantalla. El tío es gracioso, cae bien, no hace daño a nadie cuando suelta su chiste en la cena y tropieza, se golpea la cabeza o astasca la cremallera del pantalón a la vuelta del baño. Su comicidad alumbra un nuevo humor que hace cuarenta años Walter Matthau o Jerry Lewis no hubieran despreciado. Por encima de Wes Anderson, los Farrelly y Owen Wilson, su talento perdura a cualquiera de las peores películas que uno se pueda imaginar y su personaje siempre puede con el nombre de aquella tan mala con Drew Barrymore que tres días después ya soy incapaz de recordar.

domingo, 15 de julio de 2007


NUBES Y CLAROS.

En Asturias nunca hay nubes o claros. Si algo diferencia a ésta de otras regiones es la variedad cromática a la que uno se tiene que enfrentar para adivinar con precisión el diagnóstico metereológico y montarse un plan, nubes, claros, nubes bajas o altas, niebla, neblina, cielo cubierto que amenaza lluvia, la lluvia con la que amenazaba hace diez minutos aquel cielo cubierto o el sol madrugador, orbayu, chubascos y, finalmente, y esto ya es raro, sol. Llevo años escuchando la misma letanía con amargura, vaya quince días de vacaciones, dice mi madre, la mitad del tiempo de mala ostia y la otra mitad mirando al cielo, jugando a las adivinanzas y volviendo después de recorrerte media costa cansado de no haber aprendido nada de lo que te tocó padecer tantos días de verano como éste, lleva tiempo decidirse, minimizas el riesgo ante lo que puede pasar, le echas un par y conduces como ese jugador hipotecado en apostar siempre al mismo número. Y a las dos horas, como ayer viernes, de vuelta en casa.

Este es un mensaje de socorro para los que nos piensen visitar de aquí a que se acabe el mundo, que según Al Gore o los del concierto del cambio climático no será demasiado tarde. No merece la pena.

jueves, 12 de julio de 2007


QUERIDOS REYES MAGOS.

Ya está aquí el concurso. Durante unos días le vuelven a uno los nervios de hace años cuando aun esperaba que los reyes magos se recorrieran el mundo en camello y ni siquiera se preguntaba cómo era posible que aquellos reyes, que para eso tenían título y conseguido hace tiempo, y desfilaban en aquellas cabalgatas que salían de media España a la misma hora, eran tan feos. La cuestión es pedir. Rehacer la lista. Pensártelo otra vez y hablarlo con los amigos, comentar los regalos y aventurarse a pronosticar un segundo antes que el resto. Porque aquí uno puede pedir lo que quiera, pero al vicio de hacerlo se enfrenta siempre la virtud que decide el afortunado que lo consigue. Yo tengo tres cartuchos para quemar. Para algunos serán pocos. Es el eterno dilema, si los niños buenos son los que piden poco o los que cuando piden saben bien cómo hacerlo. El caso es que de aquí a diez días la espera habrá terminado.

Voy a meterme rápido en la cama y ponerle a Pepito y sus amigos unas buenas fuentes de jamón de Hornachos y vino de Ribera del Duero.

martes, 10 de julio de 2007

EL HIJO QUE HAY EN TI.
Todo sucede muy deprisa. Hace dos años asistí al último concierto de Migala, apenas me había dado tiempo a echarles de menos, una lagrimita por el camino, y ya me encuentro escuchando el nuevo disco de Abel Hernandez, ahora que a cualquier concatenación de decisiones que se presenten bajo apariencia de formalidad se les concede el título de proyecto, una palabra recurrente cuando se trata de construir ideas con frases en las que hay que jugar a introducir términos como colectivo, concepto, dirección artística o experimentación, cuatro palabras siempre se repiten, y no intentes ser original, que para eso están otros, esos arreglos imposibles, unos samples o prueba a ver con una pose descuidada con cara de estar sufriendo un proceso interior de tormento como sólo los artistas malditos pueden sentir.

El caso de Migala fue siempre un pleito perdido al que era imposible mirar con compasión. Hay que pagar un precio por ser tan chulos y armarse a soportar las críticas con resignación, no hay más remedio, citas a Cortazar y eres un pedante, tienes las ocurrencia de cantar en castellano y vas de snob. Pero el día en el que convocas una rueda de prensa y empiezas a cantar en inglés estás perdido. Entonces asumes que eres tan chulo como dices, te despides con un corte de mangas y susurras tu sentencia, que os jodan.

lunes, 9 de julio de 2007


VIDAS DE SALDO.

Es la nueva máxima de esta sociedad individualista que simultaneamente al culto a uno mismo pone precio a todas las cosas y no sabe vivir sin saber qué vale lo que pisa, que cada cual se pone una etiqueta hecha por sí mismo y se la cuelga al cuello como si fuera un traje de marca o una sandalia de mercadillo. La vida nos pertenece y cotiza al cambio que nos da la gana, hasta ahí podíamos llegar, que si la quiero devaluar lo tengo muy fácil, me atiborro de pastillas o me cojo un vuelo a Yemen, Chechenia o cualquiera de esos destinos donde no soy yo el que decide el camino, sino un ejercito con una tanqueta apostada detrás de un matorral para recordarme que en esa tierra el que dicta las órdenes no es el gordito de la agencia sino el fúsil que tengo entre manos y que mira como tiemblo cuando fantaseo con la idea de volarte la cabeza. Bienvenido al nuevo parquet de valores. Vamos a olvidarmos de los fondos de renta fija y a pensar en algo más divertido, que justifique el viaje y luego tengas algo que contar a los colegas. Como el protagonista del último de Don De Lillo, prueba a sentir si merece la pena el riesgo. Pero no pidas la hoja de reclamaciones cuando te vengan con el sermón de turno y alguien te recuerde que ni tu vida ni las lágrimas que derraman por ti valen lo mismo.

domingo, 8 de julio de 2007


DE CIENCIA Y FICCIÓN.

A diario la realidad supera la ficción y empequeñece las grandezas de los guionistas que se afanan en buscar originalidad y darle brillo al asunto, conseguirle una tía buena al más feo de la clase y un premio nobel al zoquete que apenas sabe leer o escribir. El cine imita las páginas de sucesos y en un momento de crisis tuvo que recurrir al genero de la ciencia-ficción sólo para caminar un par de sustos por delante, cansados de que para buscar entretenimiento uno tuviera que hurgar en los programas de sobremesa y alejarse de las pantallas, una tendencia impuesta por la involución de una sociedad empeñada en vivir comodamente y armarle el taco a los guionistas, perdidos en un punto de no retorno donde realidad y ficción no daban para más.

Ahora a ambas fuentes de inspiración apenas las superan el cine de efectos especiales, las recreaciones históricas y ese nuevo género bobo donde el asesino de Scream se fuma un canuto mientras habla por teléfono con su próxima victima. Nadie se estremece con el disparo de un arma, media docena de homicidios o una invasión extraterrestre a gran escala. Queda el consuelo de cogerse los VHS y aplicar el mismo rasero para entrar en la piel del padre atormentado de Poltergeist y revivir treinta años más tarde y con varios mitos desmontados por el camino aquel drama, quitarle hierro al asunto, a quién asustan ahora cuatro cadaveres vagando por un cementerio, y sobre todo, y esta es la gran pregunta, a ver si no había hoteles bastantes donde pasar la última noche y ahorrarse aquéllos sustos, el mal cuerpo del final, diez minutos de película.

viernes, 6 de julio de 2007


LA TETA Y EL PREMIO.

Huyendo del frío y del anonimato, la Fundación de los Premios Príncipe de Asturias ha tomado cartas en el problema y desde hace un par de ediciones que ya está en vías de cambiar el prestigio por la fama y echarle morro al asunto, que estaremos todos de acuerdo en que el kilo de paja pesa lo mismo que el de hierro, pero lo que ya no veo tan claro es que la popularidad no pese un poco más que las reseñas culturetas y el entusiasmo de cuatro gatos por esos mismos premios que ahora miran hacia otro lado o cambian de acera cuando pasan junto a una obra y se enfrentan a algún piropo, que alguno hasta me ha negado el saludo. Las medidas son, claro, estrictamente personales. De manera que basta con cambiar la cara al premiado o someter al paciente a una cirugia con votox para favorecer una transformación armónica donde la gracia está en huir de la pirueta traumática, que cuando el paciente se mire al espejo pueda echarse unas risas y seguir encantado de conocerse. Entonces llegaron Henry Miller y Woody Allen, luego Paul Auster, ahora lo hacen Al Gore y Dylan. Este es más chulo que nadie y por medio de su portavoz ya ha anunciado que no acudirá. Los riesgos del envite, de vez en cuando a una paciente le reviente una teta en un avión o termina en los tribunales, y todos tranquilos, aquí no ha pasado nada.

jueves, 5 de julio de 2007


NO LA VUELVAS A TOCAR, SAM.

Consulto la pagina 9 de mi diccionario y leo. Memoria histórica: cuentos; armas políticas; ya estamos hablando otra vez de lo mismo y mira que me aburre, homenaje al absurdo. Leo más abajo, estos diccionario necesitan ponerse al día, traspasar la realidad física y contemplar el contexto en un sentido emocional, como decirlo, que a lo mejor deje de mirarse al ombligo de los andaluces y los pastores del Bierzo y entienda que la memoria viaja a la velocidad de la luz y hasta la última partícula de claridad tiene derecho a una propia, de tal manera que hasta la propia memoria participa del mismo derecho que tiene los pastores y también hay que entender su misma reivindicación, su derecho a que se respete la memoria histórica en la que vete a saber cómo ella misma se haya formado, que nadie toque más en directo mi canción y deje de mancillar el recuerdo de Ian Curtis, que Peter Hook se retire y se ponga a régimen, que Bernard Summer se haga con un buen cargamento de pastillas juanolas y deje descansar un poco la voz, ya está bien de armar el taco a costa de la pobre memoria de la idem, cuántos festivales más tendremos que soportar. New Order puede hacer con sus recuerdos un sayo y fumárselo una tarde al sol de Glastonbury, tirados en el fango. La memoria les pasará recuerdos de hace quince años y a correr. Y cada uno juega sus armas como puede.

miércoles, 4 de julio de 2007

ORFEBRERÍA POP.
Me tranquiliza que el mundo siga girando y a veces no se preocupe más que lo necesario por lo que quita el sueño a los demás y que la despedida del Bulevar de José María Rey ocupe el mismo lugar en la orbita que todas las demás que antes le precedieron, me ayuda a adivinar el futuro y a participar del mismo proceso de adaptación a la falta de un programa que hace casi ocho años que apenas escuchaba. La presencia del Bulevar en la parrilla me tranquiliza igual que cualquier otro fenómeno natural al que uno no presta atención pero espera confiado, la llegada de las estaciones, la caida de las hojas, uno sólo respira inquieto cuando ya es tarde para ponerle remedio al seismo y entonces se entrega a la resignación y piensa que ni aquellos días ni aquel programa cuyo presentador tengo en la punta de la lengua y no recuerdo fueron tan buenos.

Se acabaron los esloganes retóricos y la frase imposible de la que tanto nos descojonabamos. No hay un hit parade para recordarlas todas, uno siempre recurría al mismo chiste para hacer sangre, y ahora ya es demasiado tarde para tomar apuntes de aquel estilo tan personal, una encrucijada conceptual entre letras y sonidos imposibles. Orfebrería pop. O algo así.

martes, 3 de julio de 2007

VALOR Y CORAJE.
Parece que hace falta que alguien te coloque la etiqueta y te haga un sitio en la estantería junto a los tornillos y las puntas para traspasar las barreras de la existencia individual y darle un sentido a tu vida. También hay quien confunde la cantidad con las churras y a ésta últimas con un pelotón desfilando al trote de marchas militares que pierde el paso cuando la banda se relaja y se acomoda al lado de los otras ovejas, queda muy poco sitio para la rebeldía y lo de la autenticidad o la trasgresión ya no se lo creen ni el Galiano que lo parió, al que acabo de ver hecho una piltrafa por la tele. Por eso sorprende aun más encontrarse con causas perdidas como ésta, la del orgullo gay, que no pasa sin el desfile, la marcha marcial y la cabra y recurre a la generalización más chunga para mostrar el curioso orgullo de pertenecer a un grupo cuya seña de identidad son los leotardos y las plumas. Uno no puede sentir alegría de pertenecer a un grupo, puede padecer cierto placer inconfesable en los momentos de debilidad, que la alegría o el orgullo deberían de ser placeres exclusivamente reservados a quien tuviera los cojones de saltarse la marcha, perder el paso y encima desafiar el temporal, poniendose el tanga de leopardo a bajo cero. Todo lo demás es miedo a que las plumas se pasen de temporada y no haya forma de enseñarlas.

lunes, 2 de julio de 2007

ODA A FERNANDO TORRES.
La sensación más palpable de que el mundo está loco o que algo en él no funciona desde hace tiempo como debería la percibe uno a través de esos hechos cotidianos que nos acarician de vez en cuando la cara igual que un golpe de viento un día de verano y nos hielan el cuerpo hasta los huesos de puro estremecimiento que provocan. Siempre es el recuerdo de los patrones que definen la normalidad o el grado de desproporcionalidad de las cosas los que nos alientan a pensar lo mal que estamos, que esto no ha tocado aun fondo, a preguntarnos cuántos representantes hay que encontrarse en una linea recta entre Fernando Torres y el Liverpool y a cuestionarse entre peores augurios el futuro que nos espera.

Que en Inglaterra hayan pensado en Torres para gastarse 36 millones de euros es otra parada en un itinerario temático al absurdo donde gana quien gasta más y peor, dice la burrada más gorda y prueba a ver cómo supera la tontería más grande diciendo una mayor. Media docena de representantes por el camino me dejarían más tranquilo, pensando que no todo está perdido y que aun hay rendijas para esa lógica tan pragmática que no está reñida con la sinrazón.

Torres sería un delantero cojonudo si en el futbol no hubiera porterías. Y si mi abuela tuviera ruedas a lo mejor valía bastante más que esos 36 millones de euros que alguien ha pagado por el muy cabrón.

domingo, 1 de julio de 2007

BUSCANDO ALBACEA.
Me pregunto si mi vida dejara huella, cómo será de profunda, cuál será la marca de mi eternidad en los años que sigan a mi muerte, si alguna compañía de discos podrá alguna vez disfrutar los beneficios de un concierto con el que se recuerde mi cincuenta cumpleaños y, sobre todo, quien tendrá los santos cojones llegado el momento de darle forma al asunto y tirar del carro, hablar con media docena de estrellas y de patrocinadores, traerse a Kiefer Sutherland en un avión privado y organizarlo todo, una vez que me dispongo a padecer en vida de la fatalidad y la decepción de no haber sabido transmitir el mismo amor a mis semejantes y las mismas ganas de vivir que dejó, por ejemplo, Diana de Galés, y que no hace falta palmarla para cerciorarse de lo evidente y anticipar el peor presagio, que me muera si sale adelante mi despedida de soltero, espero equivocarme, pedazo de cabrones, no se os puede dejar solos.

Y luego están tus hijos, claro, a los que ves desde el cielo disfrutando del show, menuda mierda. Menuda mierda de gustos, colegios de pago para esto, dando palmas con media docena de raperos, rodeados de rubias. La próxima vez que la palme no me la vuelven a colar, voy preparando la lista y a rezar porque dentro de cuarenta años sigan todos vivos, Nacho Vegas también, que ninguno se me haya adelantado.