martes, 28 de junio de 2011

NOLE ESTÁ TRISTE.
Su cara le pone eso mismo a la derrota. Hay que joderse. Era uno de los jovenes más prometedores del continente en su puesto, derrochaba carácter y aseguraba años de gloria y todo eso y entre todos han terminado por desquiciarle. La temporada ya está hecha. No hacen falta más análisis para iluminar el fracaso. Sólo queda margen para poner remedio a uno de los despropósitos más grandes que la sección y arreglar el desaguisado. Ya es decir. Dicen que Pablo Laso cuenta con él. Yo hay cosas que no entiendo. Media Europa se lo rifa y acaso una razón oscura pueda justificar la monumental chapuza. Messina le hacía jugar de tres. Tiene que ir dando pasos en su progresión, aseguraban convincentes. Jugó dos meses de puta madre y a continuación se hartó a calentar banquillo y alimentar rumores que, mientras el juego interior provocaba risa, le colocaban alternativamente en Panathinaikos o (como la semana pasada) Barcelona. Aun no he escuchado la frase concluyente que diga lo que los aficionados piensan. Una rueda de prensa expiatoria de culpas. Ningún responsable hace un ejercicio de autocrítica y pide perdón por los daños causados. El tio lleva dos años sin jugar y va a ser duro recuperarlo. Será que a lo mejor no tienen ni idea.

martes, 21 de junio de 2011

COLUBI HACE LAS AMERICAS.
El de California 83 es uno de esos casos que se llevan ahora, donde la distribución de los libros (esa cosa) proviene de los medios digitales y el propio autor publicita en éstos su novela. En su twitter, por ejemplo, no se habla de otra cosa. Escribe gente que cuenta su experiencia con el libro y lo hace propio, como si se tratara de un viaje a Lourdes, y se aportan testimonios más o menos creibles cuyo único punto en común es el estúpido deseo de caer bien o de merecerse un retweet. Así están las cosas. Con la gente más preocupada de leerse en las redes sociales que de comprarse las obras completas de Perez Galdós para pasarse las tardes. En la novela Colubi cuenta su año en COU. Hay de todo, claro. De aventuras, amores y botellones. Y de lo otro, momentos más prescindibles que solo se comprenden como parte de uno de esos diarios de memorias donde el autor acaso pretende mientras lo escribe responderse a sí mismo. El personaje despierta ternura y hay momentos tan creibles que suspiras con la coletilla de no puede ser verdad. Me lo he pasado bien leyéndolo. La conclusión es que pillar está chungo, incluso en California. Y que para beber cerveza, España. Ahora con está temperatura entra muy bien.

domingo, 19 de junio de 2011

SI PARECEN ZOMBIES.
Ahí van algunos ejemplos. Interés decreciente. Que lo tienes o lo pierdes. Ignoro que pasó con los presos que se fugaron en Prison Break. Subieron todos a una lancha (o a un furgón, no recuerdo), detenidos inverosimilmente al mismo tiempo, y me despedí de ellos con desdén. Puedo vivir sin saber de la niña repelente Ana Paquin y de sus rolletes imposibles con vampiros. Que la jodan bien o se acueste antes del amanecer me trae sin cuidado. Hubo un momento en el que Mary Louise Parker me producía interés. Ella y Olivia Durham. Luego empiezas a mezclar los nombres de los personajes con los de los actores y te sorprenden todos los síntomas juntos: coraje, desapego emocional y olvido, por este orden. A los supervivientes que se mueven como pollos sin cabeza por The Walking Dead no les auguro una vida mucho más larga. Por mí, como si la hubieran palmado todos en el centro de investigaciones del que no debieron salir. Me pregunto que me pueden contar en la segunda temporada que me interese y primero me acuerdo de todos los anteriores buscando la respuesta que me haga olvidar la sensación que me dejan mientras escapan entre fuegos artificiales y cadaveres frescos. Me lo decía todo el mundo. Mirate los dos primeros capítulos.

jueves, 16 de junio de 2011

LA NASA. ARRIETA.
Esta vista esta chula. Podia verla mientras comía la semana pasada en la Nasa, un restaurante pequeñito que hay en Arrieta (Lanzarote), a la mitad del pueblo, más o menos, con una terraza que da al mar, como hacen casi todos los que se ordenan a esa parte de la acera atravesada por la carretera. Allí me comí una de las mejores paellas de marisco que recuerdo. Era media tarde. Apenas entraron una pareja de franceses a comerse una parrillada de pescado. Dos días más tarde, por si necesitara más elementos de juicio para asegurarme, me comería una recalentada en Casa Pedro, a precio de la otra, un sitio infame que hay en el paseo de Playa Blanca. Come y compara.

miércoles, 15 de junio de 2011

ESTA ES TU FIESTA.
Ahora se lleva eso mismo. Acompañar al equipo en bermudas y animar con el cubata en la mano, justo detrás de la canasta. El valor del que rompió las normas y se atrevió a hacer el payaso en primer lugar, mucho antes que viniera con sus maracas el indio del Racing, un poco después que Gaspart, no tiene precio. Me despertaba ternura ver su cara al perder. Adivinar detrás de aquélla mirada el camino de vuelta de su frustaciones y pensar en los días posteriores al fracaso, durmiendo mal en compañía de alguna putilla, despertándose a media noche, imaginando proyectos, mucha pasta, y maldiciendo su suerte. Parecía que Mark Cuban nunca iba a conseguir el anillo. Supongo que éste es el premio a la perseverancia, el reconocimiento a su jeta. El destino tiene un acreedor menos con la victoria en las finales de los Mavs. Hablan mucho de Nowitzki y Kidd. Yo hubiera preferido celebrarlo con él.

domingo, 12 de junio de 2011

UN MUNDO MEJOR.
(Antonio Luque en la Sala BBK-Bilbao)

El mundo es mejor después del último disco de Sr. Chinarro. Lo dice él mismo, a propósito de las críticas que no saben a qué atenerse con su reciente evolución y se plantan con grandes fases como ésa, empeñado el tío en fabricar la canción perfecta y desdecir a los que decían haberla encontrado hace quince años. La perspectiva te permite escuchar los primeros discos de los noventa, aquéllos tan lejanos, y hacerte cruces. Cuesta digerir sus estructuras y sus juegos de palabras y no ver una broma en su evolución. Nada parece lo mismo. No hay una solución de continuidad digerida a partir de su etapa post-rock. Adivinas un camino donde sólo había una falsa pista. Ahora la melodía. Después, las barbas. Por eso lo del otro día. La gente le pedía canciones de El ventrilocuo de sí mismo y él se negaba, valiente, me cuesta recordar veinte temas, tú es que me pides mucho. Lo decía sin depeinarse, sentado en una silla, a la izquierda de Deu Txakartegi, el de We are Standard, mientras intercalaba lo mejor de sus últimos discos, con la sencillez pop de lo último que ha escrito. Siempre se echan de menos algunas. No tocó, por ejemplo, Un final feliz. Lo previsible no es una de sus marcas.

viernes, 3 de junio de 2011

DEFINITIVAMENTE. ESTE TÍO ES TONTO.
La pregunta no es si tú te follarías a Shakira. Tú, que te follas a todo lo que pasa por delante y que nunca le haces ascos a nada. Esa no es, evidentemente, la pregunta. Si es una cuestión semántica se debería de haber empezado por ahí. Mejor reformular tarde que nunca. Pero ahora ya no es tiempo y el resultado imprudente de la confusión es tener que contemplar el bochorno en primera página, con carita de indulgencia, cómo son estos deportistas jovenes, verle agarrado a ella, colgando las fotos en el facebook, presentándole a su familia y meneando la cintura en uno de sus conciertos. Si yo fuera central en el Barcelona me preocuparía por saber jugarla con los pies, dominar el juego aereo y a continuación, dominados indistintamente alguno o todos de esos conceptos, me preocuparía por escapar despavorido de todo lo anterior y mirar la forma de no hacer más el primo en público. Dani Guiza hay uno. Las imitaciones nunca superan al original aunque sirven para pasar el rato y divertir a la gente. Pasarlo bien, en el campo. Y si es fuera, que por lo menos buscate alguna que de verdad merezca la pena.

miércoles, 1 de junio de 2011

ME PIERDEN LAS FALDAS.
Son todos unos buenos pajaros. Esta es una expresión que se utiliza mucho. Hay otras parecidas que con mayor o menor acierto reflexionan sobre lo mismo. Tiene la mano fácil. Vaya peligro. Hace cuarenta años Kennedy ya era un buen putero, en sentido figurado, porque por lo que dice Jed Mercurio en su libro, al irlandés le costaba trabajo pagar, no era él uno de ésos, prefería montarse la fantasía mental de seducir por sus santos méritos, que le daba al asunto un tono más cotidiano y le restaba frialdad. La manía de mezclar actividades tan distintas y no ver la diferencia entre gobernar con acierto un país y llevarse a la cama a la primera empleada de hotel con la que te tropieces por la mañana empezó justamente con él. Nadie hasta entonces indagaba en los pensamientos más oscuros porque daban lo mismo o posiblemente era fácil presumir que fueran todos iguales, acaso hay alguna diferencia entre el modus operandi suyo o el de Strauss Khan, que significaba algo parecido. Kennedy abrió la veda. Se juntaba con Sinatra en una finca multiusos donde se lo pasaban bomba y pensaba en los misiles de Cuba con un ojo en el último book que le llegaba de la costa oeste.